CINCO POEMAS DE ISMAEL VELÁZQUEZ JUÁREZ




I

compró whisky y balas
ya en casa se calentó una sopa
y comió mientras miraba las caricaturas
más tarde con un whisky en la mano
se detuvo a mirar a las vacas
a través de la ventana
parecían ligeramente borrachas
y a punto de tumbarse
sobre la hierba fresca
como son siempre las vacas
luego lavó los trastes
y después de secarlos y ponerlos en su lugar
tomó la pistola y se mató



V

algunos amigos muertos
y yo
nos reunimos
en esas tardes de ocio
que abundan en la muerte
y mientras
tomamos cerveza muerta
y escuchamos música muerta
nos sentamos a mirar la vida
igual que los vivos
miran la televisión



XXIV

si no hubiera bebido
tal vez no me hubiera disparado esa noche
pero si no hubiera bebido
esa y otras noches
ni siquiera me habría cruzado por la cabeza
que estaba vivo



XXVII

un puñado de pieles rojas
entró a mi casa
sin siquiera bajar
de sus caballos
y me encontraron en la cocina
quieto y tranquilamente sentado
en mi silla
está muerto dijo uno de ellos
mirando de reojo el agujero en mi cabeza
dieron vuelta enseguida a sus caballos
y en medio de gritos
y una gran polvareda
salieron a galope
huyendo hacia otro sueño
a uno
que no fuera verdad



XXXVII

murió
en tacoma
en san francisco
en tokio
en montana
en santa fe
en bolinas
murió
de viejo
ahorcado
atropellado
por su propia mano
de un tiro en la cabeza
murió al nacer
mientras nevaba
murió solo
con dolor y sin él
mientras llovía
cuando salía el sol
mientras todos dormían
todavía muere
de vez en cuando
y dice que puede
morir más







Ismael Velázquez Juárez
Tomados de Lugares y no lugares para caer muerto en Richard Brautigan
Herring Publishers México, 2014

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