TRES POEMAS DE FANNY ENRIGUE
NEMO HABRÍA NACIDO
COMO HERMAFRODITA INDIFERENCIADO
No se sonroje al narrar la historia. Así es
mamá naturaleza: es mentira lo terrible de la orfandad
de nemo. Para un pez
payaso (como su padre) luego de muerta
ella
era lógico
ya hembra
cuidar al huevo en los arrecifes y después
ya hembra
practicar sexo con su hijo.
No esté paranoico
por la sobrepoblación: es infrecuente
que los peces payaso se fecunden
a sí mismos.
Tampoco importaría después la muerte
de su padre. Nemo continuaría la tendencia
familiar y en caso de no encontrar otros peces
payaso
ya hembra
procrearía con sus descendientes
sin necesidad de embriagarlos
como hicieron las perversas
hijas de Lot.
Referencia:
El zoólogo británico Jules Howard [...] se estrena ahora en la literatura científica son Sexo en la tierra [...]. El zoólogo recuerda el caso de la película de animación Buscando a nemo. El filme comienza con una pareja de peces payaso, macho y hembra, cuidando de sus huevas. De repente, una barracuda devora a la madre y Nemo, el único huevo superviviente del ataque, es cuidado por su padre. Howard destripa el guión de ficción y reconstruye otro más verosímil, basado en lo que hace realmente un macho de pez payaso cuando muere su hembra. "El padre, como muchos peces macho de arrecife, se habría convertido en hembra. Hermafroditismo secuencial. Al ser hijo único, Nemo habría nacido como hermafrodita indiferenciado, habría crecido desarrollándose como macho y, en un giro genial, seguramente habría acabado practicando sexo con su padre, ahora hembra", relata el autor.
(Manuel Ansede, «El 'kamasutra' de los animales», El país)
ANTES DE QUE MR. HAPPY
SE HICIERA DROGADICTO
Y EMPEZARA A ACTUAR DE MANERA ERRÁTICA
Éramos amigos. Los mejores. Sobre todo
porque antes
no había tenido
ningún otro. Tuve sí
créanme
muchísima paciencia
cuando el choque del auto
cuando dejaba la casa
entera llena de muñecas. Como en un certamen
de letrinas el corazón
se me ponía
verdaderamente triste con las bolsas
vacías de cocaína
en su cuarto o botellas con un solo trago
de vodka
al punto
de no poder mantener
limpia su propia pieza. Pero era mi solo
único amigo y bailábamos
a oscuras en el parque
pero el desorden
el descuartizamiento
mis lágrimas
ante la policía.
No hay cuerpo.
Ningún
cadáver. ¿Tiene usted
cualquier señal de identidad?
¿Tiene usted un amigo?
Referencia:
Tras escuchar la confesión, la policía de negó a condenar a Geoff, quien anhelaba la pena de muerte. Tras la negativa, el hombre amenazó a los oficiales, quienes procedieron a revisar la vivienda del 'asesino' en donde encontraron drogas y armas, cargos por los cuales fue fichado.
(«Hombre mata a su amigo imaginario y se entrega», El Heraldo)
SOY UNA CONVENCIDA DE QUE LA REALIDAD
PUEDE REALMENTE TRANSFORMARSE
Sólo tiene que ir en contra del uso de las cosas
tal como los niños:
una escoba es un caballo una piedra
es una isla. Tal como ciertos enajenados:
una inundación en casa es un tremendo lago
para ahogarse. Tal como ciertos:
un tambo
es una hoguera
un tambo es también
luego un lugar
donde se pone la basura. Todo sucede
desde la magia: un cuerpo
desaparece se vuelve ceniza (nadie
conoce a los alquimistas) después de días
navegando por algún río
es ya otra cosa.
Los nigromantes tienen sus trucos.
También
las autoridades: un pueblo
desaparece
y buscar no lleva a ningún lado
a escombros y fantasmas
siempre que se crea
en ellos.
No hay siquiera que molestarse
dando explicaciones.
Referencia:
Fue necesario que unos socios de Miguel Ángel y Omar Alejandro Treviño Morales, capos de Los Zetas, declararan como testigos de la fiscalía en el juicio que se sigue en Austin, Texas, contra su hermano José Treviño. En sus testimonios salió a la luz que pueblos del norte de Coahuila fueron tomados por Los Zetas para exterminar a todas las familias de apellidos Villanueva y Garza, así como a sus trabajadores, con una saña delirante. Ninguna autoridad mexicana se atrevió a informar de ello en su momento, pero en febrero último comenzaron a encontrarse los restos de decenas de personas que se consideraban desaparecidas.
(Juan Alberto Cedillo, «En Coahuila, la matanza de la que nadie habla», Proceso.com.mx)