CINCO POEMAS DE PATRICIA MATA




*

Era casi milagroso que siguieras vivo.

Basta
un camionero que tome
el volante, con tanta química en el cuerpo
que lleve a la confusión
de los carriles

una curva en carretera
y que se junten los instantes.

Frenar de golpe
sin sentido.



*

Siendo médico viví sin saberlo.

Teniendo médicos en casa
no supimos.

Algo estaba quieto y presionaba hondo
oprimía más fuerte que el resto.

Los que no enfocamos
creemos que el mundo es borroso para todos
porque así ha sido siempre

entonces, me hablaste
de las palabras hirientes;

ha dolido tanto y sin saber que era más

no hablamos de mamá y del aviso:

«hay un moño negro en la casa de Julián»

y yo sabía que el cáncer se comía
a esa mujer hermosa que me llamaba
y luego tu voz.



*

La noticia llegó:

la trascendencia
de tu cuerpo.



*

Las olas
se retiran
se jactan, animadamente
de ir a lo más hondo de la historia
hasta la premonición

quise alejarme
de los condescendientes
de los que evitan decir: muerte
de los curiosos por la enfermedad
y los finales
las miradas que duplican el dolor

sólo en ti vive el consuelo
como un experto en la tristeza

soy el espejo que aún no ha tenido esos dolores
pero comprendo, hermana
que las olas no dejan de golpear
lo que más duele

lo que ya no se sostiene por sí mismo.

[Para Gustavo Iñiguez]



*

A lo lejos aparece la calma
y voy, intuitivamente, hacia ella

la carretera más larga carece de destino
el autobús no cede nunca la parada
y si camino, tropiezo con lugares.

¿Cuál es la distancia recorrida
y la distancia soñada?

Si pude venir antes
si puedo volver cuando me plazca
por qué es negada la paz a todas horas.

Pregunto si es real
un mar cuando lo pienso

y despierto como quien ha sido hipnotizado
al tocar el agua.












Patricia Mata
De Un moño negro en la casa de Julián
Sombrario Ediciones, 2023

Comentarios

Anuar dijo…
Chingones, en especial el último. Saludos ✌️